Origen:
Parece ser que proviene de los monasterios birmanos donde esta raza era
venerada como una divinidad. Relacionado con el Siamés, fue importado de
Rangún a EE.UU. hacia 1920.
Cabeza: corta y estrecha, en forma de triángulo, siempre menos larga
que la del Siamés. Mentón pronunciado, mandíbula fuerte. Orejas anchas en
la base, de punta redondeada. Ojos de rasgos orientales, distanciados, de
color dorado.
Cuerpo: de talla mediana, largo, musculoso, fuerte, cuello largo,
pecho redondo, extremidades finas, más elevadas las posteriores, pies pequeños
de forma ovalada. Cola larga, estrecha, afilada.
Pelo: corto, fino, espeso y brillante.
Color:
- Marrón (Dark Sable
Brown), cuando el gato es adulto se oscurece. Es el único color
reconocido en EE.UU., en cambio, en Inglaterra se admiten otros.
- Azul, manto gris y plata,
levemente más oscuro sobre el dorso y la cola, tonalidades grises en
orejas, hocico y pies.
- Champagne, manto chocolate
muy claro con orejas y máscara bien nítidas.
- Platino, manto que parece
lila en los cachorros, para más tarde presentar un color gris con
tonalidades rosáceas.
- Rojo, manto color
mandarina con orejas más oscuras.
- Crema, manto color crema
con orejas ligeramente más oscuras.
- Escama de tortuga (hembras).
- En EE.UU. el Burmés azul,
champagne (chocolate) y platino (lila), llamado Malayo está
considerado una raza aparte.
Carácter: afectuoso,
inteligente, sociable, buen cazador.
Ambiente: se adapta bien a un piso, sobre todo si hay terraza.
Cuidados: cepillado y baño ocasionales. Sensible al frío.
Defectos: manchas blancas en la garganta, dibujos o ralladuras en el
manto, colores demasiado oscuros, ojos grises o verdes, cola arqueada o con
nudos.
Consultar el cuadro de
diferencias con el Burmilla en la páfina de esa raza.
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