La amenaza de perder al visitante que a menudo toca a las puertas de nuestras playas y que de vez en cuando da su navegadita por el manglar, ha pasado a ser una de las más grandes preocupaciones de aquellos que disfrutamos de su presencia.
Son muchos los elementos que ocasionan la muerte de este caminante que busca su alimento por nuestras costas: la alta velocidad de botes y "jets skids", los proyectos de construcción u otra actividades humanas cerca de las costas, también el riesgo que presenta las redes de los pescadores y la basura que lanzan algunas personas que visitan nuestras hermosas playas.
Con motivo de su inminte peligro de extinción, el gobierno de Puerto Rico y de Estados Unidos han amparado esta especie bajo leyes de protección.
Estas leyes prohiben estrictamente la caza del manatí y cualquier otra acción que ponga en peligro la supervivencia de un individuo de esta especie.
En Puerto Rico, el manatí ha sido objeto de estudios poblacionales desde 1978, cuando un grupo de biólogos de la Florida llevaron a cabo censos aéreos para determinar la abundancia de la especie. Este estudio volvió a realizarse en 1984 y 1985, luego en 1988 y 1989; este último por biólogos de la Universidad Interamericana de P. R. Hoy día se sobrevuela la isla en avión cuatro veces al año para estimar la población de manatíes.
Para complementar estos estudios poblacionales, biólogos del Proyecto Sirenia del Servicio Nacional de Pesca y Vida Silvestre junto a biólogos del DRNA y locales, conducen un estudio de marcar manatíes con radiotransmisores para determinar sus hábitos migratorios y patrones de actividad.
Desde el 1988, la Red Caribeña de Varamiento (RCV) en conjunto con la División de Reservas Naturales y Refugios de Vida Silvestre del DRNA, han coordinado tres proyectos que involucran el manatí.
El Proyecto de Monitores de Mortandad- entre sus actividades realizan necropsias y análisis de laboratorio a los manatíes encontrados varados en P. R. En los últlimos años, este proyecto ha concluido que la mayoría de las muertes de manatíes en P.R. se deben a impactos con botes o a la caza directa de pescadores.
El proyecto de Rescate y Rehabilitación- estas agencias en coordinación centró sus esfuerzos en ofrecer una oportunidad de sobrevivencia a los manatíes que han sido encontrados huérfanos, enfermos o heridos. Luego de haberlos rehabilitados se devuelven al mar. El proyecto consta de un equipo de trabajo constituido por miembros de la División de Recursos Naturales y Refugio de Vida Silvestre, voluntarios de la RCV, utilizando las facilidades de Rehabilitación en la isla Magueyes (la Parguera).
Hasta ahora el Proyecto ha rescatado 3 cachorros de manatí. Dos de ellos fueron devueltos a sus respectivas madres y uno, Moisés, fue criado desde las dos semanas de nacido por voluntarios del Proyecto.
Como complemento a sus proyectos científicos, la RCV, junto al Programa del colegio Osea Grant y al Save the manatí club, dirigen un proyecto de educación a concientizar a la comunidad. Ofrece charlas en escuelas, preparan y reparten material educativo, diseminar información a través de los medios de prensa y televisión.
Todos somos responsables de su protección.
Para reducir las causas de su muerte es necesario:
-Regular la velocidad de botes y "jets skis".
-Tomar medidas para asegurar que proyectos de construcción u otras actividades humanas cerca de la costa no le afecten.
-Es importante que los pescadores se aseguren de vigilar sus redes para poder liberar cualquier manatí que se enrede en ellas.
-"Echar la basura al zafacón", no sólo beneficia a los manatíes sino también a otros animales y plantas en peligro de extrinción.
-Puedes hacerte miembro de la Red Caribeña de Varamientos y hacer posible que se lleven a cabo trabajos de investigación, rescate, rehabilitación y educación, vitales para la conservación de especies en peligros de extinción con quienes compartimos mares y playas.