Esta vista de la Tierra una maravillosamente única, pero
físicamente imposible, aspecto del hemisferio Sur y la Antártica. Si bien una
nave espacial podría encontrarse directamente sobre el Polo de la Tierra, cerca
de la mitad de la imagen debería estar en la oscuridad !
Esta vista fue creada con un mosaico de varias imágenes tomadas por el Galileo
en un período de 24 horas y proyectándolas como se verían desde arriba del
Polo.
Los continentes de Sur América, África, y Australia se ven respectivamente al
centro-izquierda, arriba a la derecha, y abajo a la derecha.
Los hielos y nieve levemente azulados de la Antártica incluyen grandes
plataformas de hielo (arriba a la izquierda, abajo al centro), un ancho abanico
de quebrados hielos flotantes (abajo a la izquierda y centro) y glaciares
continentales proyectándose hacia el mar (abajo a la derecha). Los sistemas
meteorológicos regularmente espaciados, son prominentes.
Diciembre 1990 P-42501AC
La mayoría de las naves espaciales cerca de las regiones
polares de la Tierra, están en órbitas muy bajas, y no pueden tomar imágenes
panorámicas como esta.
La vista de Galileo del hemisferio Sur, combinada con sus propiedades
espectráles especiales (cuatro filtros de banda estrecha separados que miden el
brillo de la luz reflejada en longitudes de onda infrarroja específicas),
llevaron a un números de observaciones únicas.
Por ejemplo, las cámaras del Galileo distinguieron entre el hielo y las altas
nubes estratosféricas, permitiendo a los científicos estudiar la correlación
entre estas nubes y el crecimiento del "hueco" en la capa de ozono.
Aunque hay muchos diferentes satélites en órbita
Terrestre monitoreando las condiciones en la superficie y la atmósfera, las
imágenes de Galileo produjeron vistas únicas de nuestro planeta.
Galileo puede discriminar entre el vapor de agua y el agua condensada en nubes,
hacer diagnósticos del estado de salud de la vida vegetal, y señalar
diferencias regionales en política de uso de tierras.
La imágenes del Galileo también son un anticipo de futuros sistemas de sensores remotos, como el Sistema de Observación de la Tierra, que hará estudios globales de alta resolución, aunque desde una órbita baja.
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