El Alcoholismo

 

 

 

La Importancia del Anonimato

Tradicionalmente, los miembros de A.A. siempre han cuidado de mantener su anonimato a nivel público: ante la prensa, la radio, la televisión y el cine.

En los primeros días de A.A., cuando la palabra “alcohólico” llevaba un estigma más grande que hoy, era fácil entender esta desgana de identificarse—y de hacerse publicidad.

A medida que iba creciendo la Comunidad de A.A., pronto se hicieron evidentes los valores positivos del anonimato.

Primero, sabemos por experiencia que muchos bebedores problema vacilarían en recurrir a A.A. si creyeran que su problema sería un asunto de discusión pública, aun si fuera por inadvertencia. Los principiantes deben tener la posibilidad de buscar ayuda con plena seguridad de que no se revele su identidad a nadie fuera de la Comunidad.

Además, creemos que el concepto del anonimato personal también tienen una significación personal para nosotros—que contribuye a refrenar los impulsos de reconocimiento personal, y de poder, prestigio y riqueza que han provocado dificultades para otras sociedades. Nuestra eficacia relativa en trabajar con los alcohólicos podría verse perjudicada en alto grado si buscáramos o aceptáramos el reconocimiento público.

Aunque todo miembro de A.A. tienen perfecta libertad de interpretar la tradición de A.A. según le parezca, no se reconoce a ningún individuo como portavoz de la Comunidad a nivel local, nacional o internacional. Cada miembro habla únicamente por sí mismo.

A.A. tiene un deuda de gratitud con todos los medios de comunicación, por lo que han contribuido a lo largo de los años a reforzar la Tradición de anonimato. De vez en cuando la Oficina de Servicios Generales se pone en contacto con todos los medios de comunicación principales en los Estados Unidos y Canadá, para describirles la Tradición y pedirles que cooperen en asegurar que se cumpla.

Por diversas razones, un miembro de A.A. puede “romper su anonimato” deliberadamente ante el público. Ya que es un asunto de elección y conciencia personales, obviamente, la Comunidad como totalidad no tiene ningún control sobre tales desviaciones de la tradición. No obstante, queda bien claro que los miembros que lo hacen no tienen la aprobación de la mayoría abrumadora de sus compañeros de A.A. 

 

Política Financiera 

A lo largo de los años, Alcohólicos Anónimos ha afirmado y reforzado una tradición de ser completamente automantenida, y de no solicitar o aceptar contribuciones de personas no-A.A. Las contribuciones que llegan a la G.S.O. provenientes de fuentes ajenas son devueltas al remitente con una nota que explica la postura de A.A. con respecto al asunto del automantenimiento.

En los EE.UU. y Canadá, la contribución al mantenimiento de los servicios mundiales de A.A. que los miembros individuales de A.A. pueden hacer se limita a la cantidad de $1,000 al año.

Al nivel de grupo, los gastos supuestos por el alquiler del lugar de reunión, por café, refrescos y literatura de A.A. se sufraga con dinero que se recoge “pasando el sombrero.” La mayoría de los grupos reserva una parte de su colecta para contribuir al mantenimiento de los servicios mundiales de A.A.

Todas las contribuciones son voluntarias. No es necesario pagar honorarios ni cuotas para ser miembro de A.A. Todos los grupos se benefician de las actividades de la G.S.O., aunque no todos contribuyen a su mantenimiento.

Los ingresos provenientes de la venta de libros y otra literatura aprobada por la Conferencia siempre han sido un factor importante en el mantenimiento de los servicios de la G.S.O. y a menudo han asegurado la continuación de dichos servicios, en épocas en las que las contribuciones no eran de una cantidad suficiente para sufragarlos.