El Diario de Ana Frank |
Tema
y Argumento
El 12 de Junio de 1942, un niña llamada Ana Frank cumple 13 años y recibe, entre otros regalos, un diario. En esos momentos tenía muchas amigas, pero ninguna tan íntima como ella deseaba, para poder confiarle todos sus secretos y sentimientos. Al relatar sus hechos en su nuevo diario, decide convertirlo en más que eso y le pone un nombre: Kitty, convirtiéndolo en su íntima amiga, capaz de guardar todos sus secretos. Empieza presentándose y haciendo una breve historia de su vida. Ella
es de familia judía, por estos años eran perseguidos por los nazis y al
agravarse la situación, sus padres deciden esconderse en la parte trasera
del edificio en donde trabajaba, en un lugar que lo llamaremos “Anexo”
(ver detalle en el punto # 5. Localización), para lo cual empacarían
solo lo que entrara en un maletín; pues Ana decide llevar sus cuadernos,
libros y recuerdos, además de su diario, pues para ella sus vestidos no
eran tan importantes como estas cosas.
Nos
cuenta cuando se instalaron en el Anexo,
con la ayuda de Miep y Henk, una pareja de esposos que trabajaban
para su padre, al igual que Elli Vossen, Koophuis y Kraler, empleados
también. Ellos se encargaban de llevarles la comida, libros de la
biblioteca, mantenerlos informados, etc, de todo lo que pudieran necesitar.
Luego llegaron Los Van Daan, con su hijo Peter, un muchacho de 16 años. Ana y su hermana Margot, casi no cruzaban palabra con aquel
muchacho por considerarlo torpe a primera impresión. Nos
relata muchos momentos en los cuales pensaron podían ser detenidos,
largas horas de tensión, miedo, desesperación. También sobre su familia,
pensaba que todas las atenciones eran siempre para Margot, y nunca para
ella, se sentía terriblemente sola, sin tener alguien que confiar sus
sentimientos, más que a Kitty. Los
padres de Ana junto con los de Peter resuelven que el peligro para 8
personas sería el mismo que para 7, y deciden “invitar” a Dussel, un
viejo amigo de su padre, quien accede instantáneamente. Escribe
acerca de Peter, cuando lo conoce bien, lo que va sintiendo cuando se
siente atraída y enamorada de él, luego la emoción de su primer beso,
la seguridad que sentía cuando estaba en brazos de él, lo contenta que
estaba, a pesar de la situación, de tener un amigo a quien confiarle todo. Se
percibe una madurez en ella, su forma de ver el mundo, pues al ver todas
las desgracias, su madre decía que debían pensar en ellas y ver lo
afortunados que son por no haberles ocurrido, en cambio ella dice que no
deberían hacer eso, sino que deberían ver todo lo hermoso que aun existe
alrededor de ellos y tratar de mejorarlo. Reconoce que sus padres le daban
confianza, pero era ella la que se mostraba reacia a aceptarla, sobretodo
de parte de Pim, su padre. Relata
paso a paso los acontecimientos del Día D, las ordenes de Eisenhower, el
desembarco, la trevecía de Churchil, etc. En
su último escrito del 1 de Agosto de 1944, nos habla sobre las dos partes
de Ana, la primera es la que todos conocían, la burlona, parlanchina,
superficial, que nada la podía herir, y la segunda, la que nadie conocía
era la Ana sensible, susceptible por cualquier cosa, llena de ternura,
pero esta parte nunca la mostraba por temor al rechazo o burla de los demás.
Y también escribe algo sobre lo difícil, en ese tiempo, para un joven
mantener sus principios bien
definidos.
El
4 de agosto de 1944, la Feld-Polizei hizo irrupción en el Anexo, todos
sus habitantes, así como Kraler y Koophuis, fueron arrestados y enviados
a campos de concentración. La
Gestapo arrasó el anexo dejando por el suelo, revueltos, viejos libros,
revistas y periódicos, etc., entre los cuales Miep y Elli hallaron el
Diario de Ana. En
Marzo de 1945, Ana murió en el campo de Concentración de Bergen Belsen,
dos meses antes de la liberación de Holanda. De todos los habitantes del Anexo, sólo volvió el padre de Ana. Kraler y Koophuis, que resistieron a las privaciones de los campos holandeses, han regresado a sus hogares. |