Historia de la Embarcación |
De estos medios se valieron los asirios, hacia el 2600 a.C. para atravesar los ríos, pescar y transportar sus víveres. Probablemente, el
primer barco surgió hace unos 8000 años, cuando se descubrió que un
pedazo de tranco de árbol vacío flotaba en el mar. A partir de este
modelo primitivo, el hombre buscó recursos y materiales para hacer de su
uso, una práctica fácil y segura. Desde entonces, los materiales de
construcción han variado, desde juncos y cañas, hasta hierro, acero, plástico
y fibra de vidrio. La pértiga (vara larga y flexible) y el canalete,
precedieron, al remo. Pieza que durante siglos, gracias a la fuerza humana,
permitía desplazar las barcas sobre el agua. Las experiencias del
transporte náutico, que determinaron una mayor amplitud de los barcos,
también produjeron la necesidad de contar con medios más potentes de
impulsión, los cuales se concretaron en la antigüedad incrementando el número
de remos. Ya en el siglo XIX, la navegación experimentó un nuevo y
poderoso impulso con la incorporación de la máquina de vapor, cuya
fuerza propulsora se consiguió a través de una rueda en cada banda del
barco o en la popa, como en los barcos que navegaban por el Missisipi y en
las hélices. |