Charles Babbage |
Nació en 1792 y muere en 1871. El matemático e inventor inglés Charles Babbage concibió en el siglo XIX, una máquina que se adelantó más de cien años a su época y se puede considerar como antecesora de las modernas computadoras electrónicas, cuya realización sólo sería posible en pleno siglo XX después de la Segunda Guerra Mundial, con el acelerado desarrollo de la electrónica. Charles Babbage nació en Teignmouth, Devon, Inglaterra, en 1792, en el seno de una familia de elevada posición económica. Realizó sus estudios en la Universidad de Cambridge. Babbage hizo amistad con un grupo de jóvenes estudiantes y científicos que estaban profundamente descontentos con la enseñanza de las ciencias. En efecto, en la Inglaterra de la época, la enseñanza de las matemáticas se basaba principalmente en el estudio de las obras y los principios de Sir Isaac Newton (1642- 1727), y se pasaban por alto los últimos avances de la ciencia y los descubrimientos de científicos como Euler y Lacroix. En un intento para mejorar esa situación Babbage, en colaboración con John Herschel (1792-1871) y otros colegas, tradujo el Tratado de cálculo diferencial y de cálculo integral, escrito en 1799 por el matemático francés Sylvestre-François Lacroix. En 1820 el mismo equipo escribió "Ejemplos al cálculo diferencial e integral". En esa época se despertó en Babagge el interés por las máquinas calculadoras, y estudió la posibilidad de construir una máquina capaz de calcular con exactitud. En 1822 construyó la primera de sus máquinas, que podía sumar números hasta de seis cifras. Animado por el éxito continuó sus estudios y, en 1823, diseñó una máquina más elaborada a la que llamó "máquina diferencial", que debía estar provista de una impresora. Pero para fabricar el primer modelo necesitaba dinero (1,500 libras esterlinas) que le fue proporcionado por el gobierno, comprometiéndose Babbage a entregar la máquina en dos años. Sin embargo, la construcción avanzaba muy lentamente y, al cumplirse el plazo en 1827, la máquina aún no estaba terminada y Babbage sufrió una fuerte crisis nerviosa cuando se le acusó de haber dispuesto de los fondos del gobierno para su propio beneficio. A pesar de eso, se le adelantó más dinero y prosiguió con su trabajo hasta 1834 cuando el principal de sus mecánicos renunció y el invento quedó sin terminar. Para entonces Babbage había desarrollado la teoría y los principios de la "máquina analítica", y a su construcción dedicó trece años de 1835 a 1848, pagando su construcción con su propio dinero. La concepción de esta máquina es la de una computadora digital, una verdadera computadora que, en esa época, sólo un genio pudo haber imaginado. Esta máquina posee la mayoría de las características de la computadora moderna. Babbage deseaba que fuera capaz de ejecutar cualquier operación matemática basándose en la alimentación de información por medio de tarjetas perforadas. Estas habían sido inventadas en Francia por Jacques de Vaucanson (1709-1782), quien introdujo gran cantidad de reformas en la maquinaria para el tejido de la seda y creó el sistema de tarjetas perforadas con agujas que levantaban del telar solamente los hilos correspondientes al patrón perforado sobre la tarjeta. Este sistema fue después incorporado al telar de Joseph-Marie-Jacquard (1752-1834), y fue también el adoptado por Babbage para su calculadora. Con la información proporcionada por las tarjetas perforadas, la máquina de Babbage debería ser capaz de responder con rapidez y exactitud, y proporcionar la solución de los más complejos problemas matemáticos y algebráicos. Además de ese banco de información, la máquina poseía muchas de las características de una moderna computadora: estaba provista de memoria y podía comparar resultados, imprimía las respuestas, procesaba los datos y modificaba su propio programa. Babbage, por supuesto, no pudo terminar su invento y, a su muerte, había invertido en él más de 20,000 libras esterlinas. Su genio matemático, demasiado avanzado para su época, intentó algo que sólo más de un siglo después habría de hacerse realidad. Aunque la mayor parte de su vida la dedicó a la construcción de sus calculadoras, Babbage realizó también otros inventos, entre los que se cuentan el oftalmoscopio y el velocímetro. Fue también miembro fundador de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia que, en oposición a la Sociedad Real, se interesaba por los últimos avances científicos y se preocupaba por difundirlos en Inglaterra, y contribuyó a la fundación de las Sociedades Astronómicas y Estadística. En 1828 publicó sus tablas de logaritmos del 1 al 108,000. En 1830 apareció su libro Reflexiones sobre la decadencia de la ciencia en Inglaterra, al que siguieron, en 1832, "Una economía de las máquinas y las manufacturas" y en 1837, "El noveno tratado de Bridgewater". Este genio de las matemáticas, cuyas teorías serían reivindicadas durante la segunda mitad del siglo XX, murió en Londres en 1871. |