Historia de Grecia |
Los
diádocos
De
los reinos establecidos por los generales de Alejandro, llamados ‘diádocos’
(en griego, diadochos, ‘sucesor’),
los más importantes eran los de Siria, bajo la dinastía Seléucida, y
Egipto, bajo la Tolemaica. La capital del Egipto tolemaico, Alejandría,
fundada por Alejandro en el 332 a.
C., se convirtió en foco de rivalidades culturales, a veces superando la
importancia de Atenas en ese campo. Cada rincón del mundo heleno se dedicó
al cultivo de las artes y las actividades intelectuales. Algunos sabios,
como los matemáticos Euclides
y Arquímedes,
los filósofos Epicuro
y Zenón
de Citio
y los poetas Apolonio
de Rodas
y Teócrito,
pertenecen a esta época. En
el 290 a.
C., las ciudades-estado de Grecia central se unieron en la Liga
Etolia,
una poderosa confederación militar que había sido inicialmente
organizada bajo el reinado de Filipo II
por las ciudades de Etolia para su mutua protección. Una segunda
organización de similares características, la Liga
Aquea,
se convirtió en el 280 a.
C. en la confederación suprema de las ciudades al norte del Peloponeso. Más
tarde se unieron otras ciudades. Sendas alianzas estaban destinadas a
proteger al resto de los estados griegos del dominio del reino de
Macedonia. La Liga Aquea se hizo mucho más poderosa que su rival e intentó
conseguir el control de toda Grecia. Encabezada por el general y político
Arato de Sición, inició un conflicto con Esparta que no se había aliado
con ninguna de las dos. La Liga fue inicialmente vencida, pero,
contradiciendo su primera intención, pidió ayuda militar a Macedonia; la
Liga consiguió vencer entonces a Esparta, pero a costa de caer bajo el
dominio de Macedonia. |