Historia de Grecia |
Hegemonía
de Atenas
Como
resultado de su brillante liderazgo durante las guerras médicas, Atenas
se convirtió en el estado más influyente de Grecia. Más aún,
las guerras demostraron la creciente importancia de su poder naval,
especialmente tras la batalla de Salamina. Esparta, hasta entonces el
mayor poder militar de Grecia, perdió su prestigio en favor de la flota
ateniense. En el 478 a.
C., un gran número de estados griegos formaron una alianza voluntaria, la
Liga
de Delos,
para expulsar a los persas de las ciudades griegas de Asia Menor. Atenas
encabezó la alianza. Las victorias de la Liga, al mando del general Cimón,
liberaron las costas de Asia Menor del dominio persa. No obstante, Atenas
extendió su poder sobre otros miembros de la Liga de tal manera que, más
que en sus aliados, se convirtieron en sus súbditos. Los atenienses
exigieron un tributo a sus antiguos confederados y cuando Naxos
intentó retirarse de la Liga, las fuerzas atenienses arrasaron la ciudad. El
periodo de hegemonía ateniense durante el siglo V a. C. es denominado
como la ‘Edad de Oro de Atenas’. Bajo el mando de Pericles,
la ciudad alcanzó su máximo esplendor. La Constitución, reformada hacia
una democracia interna, contenía cláusulas tales como el pago por los
servicios del jurado, lo que permitía a los ciudadanos más pobres ser
parte de tal institución. Pericles se propuso hacer de Atenas la ciudad más
bella del mundo. Se
construyeron el Partenón,
el Erecteion
y otros grandes edificios. El teatro griego alcanzó su máxima expresión
con las obras trágicas de hombres como Esquilo,
Sófocles
y Eurípides,
y el autor de comedias Aristófanes.
Tucídides
y Heródoto
fueron famosos historiadores, y el filósofo Sócrates
fue otra figura de la Atenas de Pericles quien hizo de la ciudad un centro
artístico y cultural sin rival. |