Historia de Grecia |
De
la democracia a la monarquía
Las
ciudades-estado se unificaron en cierta medida. Entre los siglos VIII y VI
a. C., Atenas y Esparta se habían convertido en las dos ciudades hegemónicas
de Grecia. Cada uno de estos grandes estados absorbió a sus débiles
vecinos en una liga o confederación dirigida bajo su control. Esparta,
estado militarizado y aristocrático, estableció su poder a base de
conquistas y gobernó sus estados súbditos con un control muy estricto.
La unificación del Ática, por el contrario, se realizó de forma pacífica
y de mutuo acuerdo bajo la dirección de Atenas; se otorgó la ciudadanía
ateniense a los habitantes de las pequeñas ciudades. Los nobles, o eupátridas,
abolieron en el 638 a.
C. la monarquía hereditaria y gobernaron Atenas hasta mediados del siglo
VI a. C. Los
eupátridas retuvieron autoridad plena gracias a su poder supremo para
disponer de la justicia, a menudo de forma arbitraria. En el 621 a.
C. el político Dracón (finales del siglo VII a. C.) codificó la ley
ateniense, por la que el poder judicial de los nobles quedaba limitado. Un
segundo revés para el poder hereditario de los eupátridas fue el código
del político y legislador ateniense Solón
de 594 a.
C., que no era sino una reforma del código draconiano y que otorgaba la
ciudadanía a las clases bajas. Durante el brillante y prudente mando del
tirano Pisístrato, las formas de gobierno empezaron a adoptar elementos
democráticos. Hipias e Hiparco, hijos de Pisístrato,
heredaron el poder de su padre pero fueron más déspotas. Hipias, que
murió después que su hermano, fue expulsado por una insurrección
popular en el 510 a.
C. Durante el consiguiente conflicto político, los partidarios de la
democracia obtuvieron, bajo el mando del político Clístenes de Sición,
la victoria total y, alrededor del 502 a.
C., comenzaba una nueva etapa política, basada en principios democráticos.
El
comienzo del gobierno democrático supuso el más brillante periodo de la
historia de Atenas. Florecieron el comercio y la agricultura. Más aún,
el centro de las artes y la cultura intelectual, que entonces estaba en
las ciudades de la costa de Asia Menor, pronto se trasladó a Atenas. |