Historia de Grecia |
Supremacía
de Macedonia
Durante
este periodo de luchas por la hegemonía en Grecia, Macedonia, al norte de
Tesalia, comenzaba su política de expansión. Filipo
II,
rey de Macedonia en el 359 a.
C., gran admirador de la civilización griega, era consciente de su gran
debilidad y la falta de unidad política macedonia. Inmediatamente después
de subir al trono, Filipo anexionó las colonias del sur de Grecia, en la
costa de Macedonia y Tracia, y se propuso convertirse en el dueño de la
península. Su astucia en las artes políticas y el apoyo de las fuerzas
macedonias contribuyeron al logro de sus ambiciones, a pesar de la oposición
de muchos políticos griegos, liderados por el ateniense Demóstenes.
En el 338 a.
C. Filipo derrota al ejercito griego en Queronea
era lo suficientemente poderoso como para convocar un congreso de
todos los estados griegos, en el que reconocieron la superioridad de
Macedonia en la península y nombraron a Filipo comandante en jefe de las
fuerzas griegas. Un año después, un segundo congreso declaraba la guerra
a Persia, su enemigo tradicional. Filipo empezó a preparar la campaña en
Asia, pero fue asesinado en el 336 a.
C. Su hijo, Alejandro III
el Magno,
de veinte años, se convirtió en su sucesor. Alejandro
III el Magno
(356-323 a.
C.), rey de Macedonia
(336-323 a.
C.), conquistador del Imperio persa, y uno de los líderes militares más
importantes del mundo antiguo. Su
nacimiento coincidió con extraños sucesos. Ese día mientras Eróstrato,
un loca, incendiaba uno de los más celebres santuarios, una de las
maravillas del mundo. El templo de Diana en Efeso, Filipo II recibía la
noticia de tres victorias en los juegos olímpicos. |