Historia de Grecia |
Las
tiranías
La
era de los tiranos griegos (650-500 a.
C.) destaca por los avances logrados en la civilización helénica. El título
de tirano implicaba el acceso ilegal al poder, no el abuso del mismo. En
general, tiranos como Periandro de Corinto, Gelón
de Siracusa y Polícrates de Samos (reinó entre 535 a.
C.-522 a.
C.) fueron gobernantes sabios y populares. El comercio y la artesanía
prosperaron. Con el nacimiento de la fuerza política y económica llegó
el florecimiento de la cultura helénica, de un modo especial en Jonia,
donde empezaba a surgir la filosofía griega con Tales
de Mileto,
Anaximandro
y Anaxímenes.
El desarrollo de objetivos culturales comunes a todas las ciudades helénicas
fue uno de los factores que dieron cierta cohesión a la antigua Grecia a
pesar de la división política existente. En este sentido contribuyó la
lengua griega, cuyos muchos dialectos se entendían en cualquier parte del
país o en cualquier colonia. El tercer aspecto a tener en cuenta fue la
religión griega que todos los helenos compartían: el santuario de Delfos
fue el mayor y más respetado. En torno a la religión, los griegos también
tenían cuatro festivales nacionales, llamados juegos (los olímpicos, los
ístmicos, los pitios y nemeos). Los
Juegos Olímpicos eran tan importantes que muchos griegos remontan sus cálculos
históricos a la Primera Olimpiada (el periodo de cuatro años entre la
celebración de los Juegos Olímpicos) celebrada en el año 776 a.
C. Relacionada con la religión, en origen al menos, estaba la Liga
de Anfictionía,
organización de tribus helenas que se creó para la protección y
administración de los santuarios. |