Napoleón I Bonaparte |
Las primeras campañas Napoleón fue nombrado comandante del ejército
francés en Italia en 1796. Derrotó sucesivamente a cuatro generales
austriacos cuyas tropas eran superiores en número, y obligó a Austria y
sus aliados a firmar la paz. El Tratado de Campoformio estipulaba que
Francia podía conservar los territorios conquistados, en los que
Bonaparte fundó, en 1797, la República Cisalpina (Venecia), la República
Ligur (Génova) y la República Transalpina (Lombardia), y fortaleció su
posición en Francia enviando al Tesoro millones de francos. En 1798
dirigió una expedición a Egipto, que se encontraba bajo el dominio turco,
para cortar la ruta británica hacia la India. Aunque conquistó este país,
su flota fue destruida por el almirante británico Horatio Nelson y el
militar francés quedó aislado en el norte de África tras ser derrotado
en la batalla del Nilo. Bonaparte no se desanimó ante este contratiempo y
se dedicó a la reforma de la administración y legislación egipcias: la
servidumbre y el feudalismo fueron abolidos y los derechos básicos de los
ciudadanos garantizados. Los eruditos franceses que le habían acompañado
en el viaje comenzaron a estudiar la historia del antiguo Egipto y a
realizar diversas excavaciones arqueológicas. No consiguió conquistar
Siria en 1799, pero logró una victoria aplastante sobre los turcos en
Abukir. Mientras tanto, Francia hacía frente a una nueva situación
internacional: Austria, Rusia, Nápoles y Portugal se habían aliado con
Gran Bretaña, configurando la Segunda Coalición.
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