Las Siete Maravillas del Mundo |
El Faro de AlejandríaVamos
a saltar ahora unos setenta años hacia delante, y a viajar de nuevo a
Egipto. Estamos en el año 280 a. de C., y desde que Alejandro liberó a
este estado del dominio persa, los lazos entre griegos y egipcios se han
estrechado: tanto, que su rey, Tolomeo II, es de origen griego. Esta fusión
de egipcios y griegos tiene especial relevancia en la capital, Alejandría.
Fundada por Alejandro Magno en el 332 a. de C., esta próspera ciudad se
ha convertido el más importante foco de la cultura helena. Pero
esta vez la maravilla no va a ser un templo, ni ninguna otra clase de
edificio, sino una torre. Para guiar a los numerosos barcos que acuden
constantemente a Alejandría, el rey ha decidido construir una torre que
identifique el lugar de la ciudad desde muy lejos. Para ello han escogido
la pequeña isla de Faros, frente al puerto. El
arquitecto Sostrato de Cnido dirigie las obras, que conforme avanzan,
adquieren un aspecto más impresionante. Cuando se finaliza, la torre mide
más de 120 metros. En su cima está equipada con espejos metálicos para
señalar su posición reflejando la luz del sol; y por las noches, a falta
de luz, se enciende una hoguera. Esta
maravilla va a durar bastante: unos mil seiscientos años, hasta que en
siglo XIV los terremotos la derriben. De nuevo, como el Mausoleo, el
nombre de esta maravilla -que en realidad es "la Torre de
Faros"- designará a todas las construcciones posteriores realizadas
con el fin de mostrar el camino a los barcos.
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