Australia |
Flora La
flora australiana comprende unas 22.000 especies. Más del 90% son autóctonas,
y muchas de ellas endémicas, es decir, que no se encuentran más que en
este lugar. La vegetación, predominantemente perenne, varía desde la
densa población de arbustos y bosques de eucalipto en la costa, hasta la
espinosa de mulga y mallee, pasando por los arbustos que crecen sobre los
suelos salinos de las llanuras del interior. La vida vegetal en Australia
se desarrolla en tres zonas diferentes: la zona tropical, la zona templada
y la zona del desierto (erémica). La primera, de clima monzónico y altas
temperaturas, tiene una gran población forestal de árboles caducifolios.
Las especies que proliferan entre robles, fresnos, cedros, boj y hayas son
la palmera, el helecho y la parra. La zona templada se caracteriza por
bosques esclerófilos templados de sabana, bosques lluviosos templados y
vegetación alpina en los Alpes australianos y en los montes de Tasmania.
A lo largo de la costa oriental de Australia y en Tasmania se han
desarrollado extensas agrupaciones de pinos, que ocupan la segunda posición,
después del eucalipto, en cuanto a especies vegetales. En la zona desértica
domina la sabana de arbustos semiáridos, estepas, pastos semiáridos y
esclerófilos, además de vastas áreas prácticamente carentes de
vegetación. Además
de la flora autóctona, Australia cuenta también con cerca de 2.000
especies de plantas introducidas. Aunque la isla es rica en especies
vegetales, el área que éstas cubren se ha visto muy reducida desde la
llegada de los primeros colonos europeos en 1788; el resultado no ha sido
sólo un aumento de la erosión, sino también la desaparición de 83 de
las especies autóctonas. |