China |
La dinastía Shang (1766-1027 a.C.)
La dinastía Shang gobernó en el territorio que
ocupan las actuales provincias de Henan, Hubei, Shandong y la parte
septentrional de Anhui, en el centro y norte de China. La capital, desde
alrededor del 1384 a.C. en adelante, estaba situada en Anyang cerca
de la frontera norte de Henan. La economía estaba basada en la
agricultura; se cultivaba mijo, trigo, cebada y posiblemente arroz.
También se cuidaban gusanos de seda, y se criaban cerdos, perros, ovejas
y bueyes. Se han encontrado recipientes de bronce, armas y otras
herramientas, lo cual indica el conocimiento de la metalurgia y la
existencia de artesanía. La sociedad creada por los Shang era
aristocrática. Al frente estaba el rey, que presidía una nobleza militar
y elegía a los gobernantes territoriales, que estaban obligados a
ayudarle en sus empresas militares. Entre esta clase aristocrática y los
plebeyos había un estrato sacerdotal culto que se ocupaba de los
documentos de gobierno y era responsable de la adivinación. Los Shang
adoraban a sus antepasados y a una multitud de dioses, el principal de los
cuales era conocido como Shang Ti, ‘el Señor en lo Alto’. El relato de la caída de la dinastía Shang que
aparece en las historias tradicionales chinas sigue el modelo legendario
de la defección de los Xia. El último monarca Shang, un tirano cruel y
libertino, fue expulsado por un enérgico Zhou de un estado en el valle
del río Wei. Situada en las franjas noroccidentales del dominio Shang, la
cultura de los Zhou era una síntesis de los elementos básicos de la
civilización Shang y ciertas tradiciones marciales características de
los pueblos no chinos del norte y del oeste.
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