Eritrea

 

 

Población

 

La población de Eritrea es diversa, y refleja muchos idiomas, culturas y religiones. Los idiomas más utilizados son el árabe y tigrinya. Aproximadamente la mitad de la población es cristiana que hablan tigrinya, la cual tradicionalmente habitaba la región de la meseta. La otra mitad de la población es musulmana (véase Islam), dividida en distintos grupos étnicos y lingüísticos. Los musulmanes que hablan tigrinya habitan en las llanuras costeras del noroeste y en las tierras bajas del oeste, y los saho viven cerca de Massawa y al pie de la llanura costera. La mayoría de los pueblos que hablan la lengua belein en los alrededores de Keren son musulmanes, así como los afar (o danakil) quienes habitan la parte sureste de la llanura costera y las islas Dahlak. Los nómadas hedareb, procedentes del noroeste y noreste, que hablan la lengua beja son por lo general musulmanes. Aunque también son musulmanes, los baria y kunama del suroeste hablan idiomas de raíz nilótica, lo que les distingue en gran manera de la mayoría de los pueblos de Eritrea, cuyos idiomas se encuentran dentro del grupo afro-asiático (véase Lenguas africanas). A pesar de esta diversidad, las fricciones étnicas entre los diferentes grupos de eritreos no han sido un problema importante; su oposición al control etíope les ha dado una fuerte unidad.

En 1993 Eritrea tenía una población estimada de 3.467.087 habitantes, lo cual daba una densidad de 37 habitantes por km2 aproximadamente. La población rural de Eritrea supone aproximadamente el 80% del total, y los cultivos y el pastoreo son las principales formas de subsistencia. Las ciudades más importantes son: Asmara, capital del país y ciudad con mayor número de habitantes, los puertos de Massawa y Assab, así como Keren, Nak'fa, Ak'ordat y Tessenei.

La guerra con Etiopía y las hambrunas que azotaron toda esta región durante las décadas de 1970 y 1980 fueron la causa de una gran desorganización y desplazamientos de población, especialmente en las áreas rurales. Con la independencia de 1993 aproximadamente el 20% de la población de Eritrea se vio obligada a desplazarse, mientras unos 500.000 eritreos vivían como refugiados en Sudán. Además de los problemas de escasez de alimentos, pobreza y analfabetismo, el nuevo país encontró la ingente labor de realojar a las personas desplazadas por la guerra y la hambruna.