Nigeria |
Historia
Se conoce poco de la historia más antigua de Nigeria,
pero los arqueólogos han descubierto evidencias de una cultura neolítica
(c. 500 a.C.-200 d.C.) en Nok, al suroeste de la ciudad de
Jos, en Nigeria central. Estados
primitivos En la parte septentrional del actual territorio de
Nigeria se emplazaron varios estados organizados durante la edad media.
Hacia el siglo VIII, la región al suroeste del lago Chad formaba parte
del Imperio Kanem-Bornu, que en 1086 adoptó el islam. Hacía el año 1300
Bornu era un floreciente centro de la cultura islámica que rivalizaba con
el Imperio de Mali, en el oeste. Bornu alcanzó su cenit como reino
independiente bajo Idris Alooma, quien extendió su mandato sobre muchos
de los estados hausa orientales que habían existido en el área
occidental de Kanem-Bornu desde el siglo XI; los estados occidentales
cayeron bajo el poder de Songay. Tras la desintegración de Songay y la
decadencia de Kanem-Bornu a finales del siglo XVI, los estados hausa
obtuvieron de nuevo su independencia y siguieron floreciendo hasta
comienzos del siglo XIX. Los fulani, que entonces obtuvieron una mayor
preeminencia bajo Usman dan Fodio, se habían establecido en el territorio
hausa desde finales del siglo XVI. En la parte sur del país los yoruba
tenían sus propios estados en el oeste, cuyos centros eran Ife y Oyo; los
edo gobernaban en Benín, en las partes sur y centro actuales, y los ibo
en el este, en el delta del Níger y al norte de esta región. Todos estos
pueblos antes o alrededor del año 1400 d.C. habían adquirido la
forma de estado. Invasión
británica Tanto los portugueses como los británicos
establecieron puestos de comercio de esclavos en el área del delta del río
Níger durante los siglos XVII y XVIII. Hacia el interior penetraron
exploradores en busca del nacimiento del río Níger, destacando las
expediciones que realizó el viajero escocés Mungo Park en 1795 y 1796, y
las de los exploradores británicos Richard Lemon Lander y John Lander en
1830 y 1831. Durante el siglo XIX el aceite de palma se convirtió en un
artículo de tanta importancia para el comercio que la región del delta
llegó a ser conocida como Oil
Rivers (Ríos de Aceite). Se instaló un cónsul británico en Calabar
y posteriormente en Lagos, lugares donde los comerciantes británicos
estaban firmemente asentados. En 1861 Gran Bretaña tomó el control
absoluto de Lagos. Tras la conclusión de varios tratados con los jefes
nativos se estableció el Protectorado Británico de Oil Rivers en el sur de Nigeria. En 1886 se concedió a la Compañía
Real de Níger un privilegio para gobernar el territorio del protectorado,
se creó una policía armada y se establecieron servicios gubernamentales.
En 1893 cambió el nombre por el de Protectorado de la Costa de Níger. En
1897 se añadió el reino de Benín, en el suroeste, y tras una expansión
mayor hacia el sureste, en 1900 la región pasó a ser conocida como el
Protectorado de Nigeria del Sur. Ese mismo año se revocó el privilegio
que había sido concedido a la Compañía Real de Níger y se proclamó el
Protectorado de Nigeria del Norte. Los
protectorados Ninguno de los dos protectorados se encontraba bajo el
control británico absoluto en el momento de su establecimiento. Toda el
área de la actual Nigeria, sin embargo, se reconocía como británica según
los acuerdos firmados en la Conferencia de Berlín (1884-1885) entre Gran
Bretaña, Alemania y Francia que dividían una gran parte de África en
esferas de influencia. Las tropas británicas combatieron con los
seguidores de emires musulmanes en el norte y con pueblos nigerianos que aún
estaban involucrados en el comercio de esclavos después de su prohibición
por parte de los británicos en 1807. En 1914 la dominación británica
fue completa al unirse la colonia y el protectorado de Nigeria. Para las
funciones administrativas el país se dividió en la colonia de Lagos y
dos grupos de provincias en el protectorado, la del norte y la del sur. Frederick Dealtry Lugard fue el primer gobernador
general de la Nigeria unida. Dejó muchas funciones de gobierno local a
los jefes tribales tradicionales o a sus consejos, que actuaban bajo la
supervisión y con la ayuda y asesoramiento de administradores británicos
según el sistema de Indirect Rule
(administración indirecta). En 1922 la Sociedad de Naciones añadió al
Protectorado el mandato de una zona de Camerún. En ese mismo año se
inauguró el consejo legislativo nigeriano, que tenía autoridad
legislativa limitada sobre la colonia de Lagos y las provincias del sur;
las provincias del norte permanecieron bajo la jurisdicción de un
gobernador británico. El antiguo mandato de la Sociedad de Naciones de
Camerún pasó a ser un territorio confiado a las Naciones Unidas en 1946
y permaneció bajo la administración británica. Independencia
Las peticiones nigerianas de autogobierno después de
la II Guerra Mundial dieron lugar a una serie de efímeras
constituciones. La primera, en 1945, establecía legislaturas provinciales
con una participación limitada de los nativos en el gobierno. A través
de continuos cambios constitucionales se concedió a Nigeria un gobierno
de tipo federal y las provincias se consolidaron en tres estados federados
(Oriental, Occidental y Septentrional), cada uno con un nivel de autonomía
diferente. En 1954 Nigeria se convirtió en una federación y se le dio a
cada región la opción de asumir la condición de autogobierno
estableciendo ciertas garantías para la unidad de la Federación. En 1957
le fue concedida la autonomía a las regiones Oriental y Occidental y en
1959 a la Septentrional. El 1 de octubre de 1960 Nigeria se convirtió en
Estado independiente en el marco de la Commonwealth. El 7 de octubre fue
admitida en las Naciones Unidas. El primer ministro federal, sir Abubakar
Tafawa Baleka, dirigió un gobierno de coalición que representaba a los
principales partidos de los estados Septentrional y Oriental. El
gobernador federal era Nnamdi Azikiwe, que pasó a ser presidente cuando
Nigeria se convirtió en República el 1 de octubre de 1963. Mientras
tanto, el 11 y 12 de febrero de 1961, la parte norte del antiguo Camerún
británico había votado su incorporación a Nigeria. Tensiones
internas Desde los primeros días de la independencia, las
rivalidades étnicas y las diferencias políticas y religiosas pusieron en
peligro la unidad de la Federación. En 1962 se produjo una importante
crisis política en la región Occidental, dominada por el Grupo de Acción
de la Etnia Yoruba. Este partido, que había constituido el principal
bloque de oposición a la coalición gubernamental, se dividió durante
ese año. Su dirigente parlamentario, que había mostrado temores ante una
conspiración federal para romper el poder del partido, fue acusado de
traición en 1963 y sentenciado a diez años de prisión. Mientras tanto,
como resultado del referéndum que tuvo lugar a mediados de 1963 en dos
distritos de la región Occidental, donde la mayoría estaba formada por
pueblos de otras etnias, se formó la nueva región del Medio Oeste. Guerra
civil Los altercados y la corrupción política, que
impacientaban cada vez más a los jóvenes oficiales del Ejército,
culminaron en un golpe de Estado en enero de 1966 que costó la vida al
primer ministro Baleka y a dos primeros ministros regionales; el general
Johnson Aguiyi-Ironsi estableció un gobierno militar y abolió el sistema
federal. En julio oficiales del norte encabezaron la reacción y mataron a
Ironsi. Su sucesor, el general Yakubu Gowon, restableció la federación.
Durante este periodo muchos ibo que vivían en el norte murieron o
tuvieron que buscar refugio lejos de su tierra natal, en el este. Las
relaciones entre el gobierno federal y los ibo siguieron empeorando; en
mayo de 1967 el gobierno federal anunció su intención de dividir la región
Oriental en tres estados, que dejarían a los ibo sin acceso al mar y les
cortaría la ruta a las ricas zonas petrolíferas de la región. Fue
entonces cuando la región Oriental se separó y se proclamó
independiente como Biafra. En julio se inició una guerra que duró dos años
y medio antes de que la resistencia de Biafra fuera superada en enero de
1970. Riqueza
petrolera Mientras la vida en la región Oriental volvía a la
normalidad, Nigeria disfrutó durante cuatro años de un rápido
crecimiento económico impulsado por los crecientes ingresos provenientes
del petróleo y el país se convertía en el quinto productor mundial de
este producto. Sin embargo, el continuo mandato militar, a pesar de las
promesas de volver a un gobierno civil, llevó a una continuada
inestabilidad. El 29 julio de 1975 Gowon fue expulsado tras un golpe de
Estado encabezado por el general Murtala Ramat Muhammad, y a su vez
Muhammad fue asesinado en un fallido intento de golpe de Estado el 13 de
febrero de 1976. Su sucesor, el general Olusegun Obasanjo, presidió la
transición hacia un gobierno civil que culminó en la promulgación de
una nueva Constitución y en la elección en el verano de 1979 de un nuevo
presidente de la República, Shehu Shagari. El gobierno de Shagari, al igual que el de sus
predecesores, intentó destinar los ingresos del petróleo para la
financiación de un ambicioso programa de desarrollo económico. Además,
Shagari trató de realizar una ‘revolución verde’ para estimular la
productividad agrícola y disminuir la creciente dependencia del país de
las importaciones de alimentos. El debilitamiento del mercado petrolero a
comienzos de la década de 1980 supuso un severo golpe a estas
pretensiones; los ingresos por exportaciones de crudo, que en 1980 habían
sobrepasado los 20.000 millones de dólares, cayeron hasta los 10.000
millones en 1982, y Nigeria fue incapaz de pagar sus deudas a corto plazo.
Con escasez de divisas, el país tuvo dificultades para efectuar las
importaciones necesarias, y la economía, que ya estaba debilitada por la
mala administración y la corrupción, cayó en una fuerte recesión. En enero de 1983 el gobierno ordenó la expulsión de
todos los extranjeros no cualificados. Al menos un millón de personas
salieron, aunque muchos regresaron pronto. Ese mes de agosto, Shagari
obtuvo la reelección; su organización política, el Partido Nacional de
Nigeria, mostró también una fuerza abrumadora en las posteriores
votaciones para el parlamento federal. La situación económica de Nigeria
siguió empeorando y Shagari fue depuesto en 1983 en un golpe encabezado
por el general Muhammad Buhari, el cual instauró un programa de
austeridad muy rígido que le hizo impopular. En 1985 fue depuesto por un
golpe de Estado sin derramamiento de sangre encabezado por el general de
división Ibrahim Babangida, que suspendió los decretos más impopulares.
Babangida renegoció parte de la deuda de Nigeria y reforzó el control
gubernamental sobre los negocios para mejorar de este modo la economía
nacional. A comienzos de 1990 desbarató un intento de golpe de Estado;
como parte del programa para regresar a un gobierno civil se convocaron
elecciones locales en 1990 y parlamentarias en 1992. En junio de 1993 se
celebraron elecciones para elegir un presidente civil; el ganador fue un
millonario hombre de negocios, Moshood Abiola, pero el gobierno anuló los
resultados de las elecciones. En agosto Babangida cedió su cargo como
presidente, y pasó el poder a un gobierno interino encabezado por Ernest
Shoneka. El ministro de Defensa, el general Sani Abacha, derrocó al
gobierno de transición en noviembre, prohibió toda actividad política y
encarceló a muchos de sus oponentes, como el propio Abiola. Sin embargo,
presionado por los gobiernos acreedores de Nigeria, anunció con
posterioridad que habría una vuelta al gobierno civil en distintas fases
y que el traspaso de poder comenzaría en enero de 1996, con el
levantamiento de la prohibición de las actividades políticas. En 1993,
después de un nuevo golpe de Estado, se creó una Comisión
Constitucional Nacional, que estableció un nuevo borrador de Constitución
en abril de 1995 en el que la presidencia se alternaría entre una
personalidad del norte y otra del sur; la Comisión informó también que
enero de 1996 era una fecha demasiado temprana para el restablecimiento de
un sistema multipartidista, indicando con esto que la vuelta a un gobierno
civil sería, de producirse, gradual. En este contexto se encuadran las medidas represivas
ejercidas contra importantes personalidades de la vida política y
cultural de Nigeria. En noviembre de 1995, el escritor Ken Saro-Wiwa, uno
de los líderes de los ogoni (pueblo nigeriano que trata de acceder a
cierto nivel de autonomía y cuyo territorio constituye la mayor zona
productora de petróleo del país, fue ahorcado junto con otros miembros
de su misma etnia acusado de haber participado en cuatro asesinatos, en un
juicio carente de las mínimas garantías procesales; en marzo de 1997, el
premio Nobel Wole Soyinka, huido del país en 1994 tras el golpe de Estado,
fue acusado por las autoridades militares nigerianas de un delito de alta
traición, lo que podría suponer su condena a muerte. En diciembre de 1997 se celebraron elecciones
legislativas y regionales, que dieron el triunfo al Partido Unido del
Congreso , respaldado por el presidente del país, el general Sani Abacha.
El partido gubernamental logró una aplastante victoria en los comicios
—celebrados en medio de la apatía popular— y obtuvo 31 de los 40 escaños
en disputa. Los comicios fueron presentados como paso previo a la vuelta
al poder civil en unas elecciones previstas para el año siguiente. Ante la ausencia de un plan decidido para iniciar la
transición a la democracia, la oposición inició una campaña de
movilizaciones tendentes cuyo fin último era el derrocamiento de Abacha,
quien, de modo repentino, murió el 8 de junio de 1998. Le sucedió en el
cargo Abdulsalam Abubakar, quien prometió que respetaría el el programa
de democratización. En ese contexto, el 7 de julio se produjo la muerte
repentina del opositor Moshood Abiola, que, aunque encarcelado, había
iniciado contactos con miembros del gobierno y de organismos
internacionales con el fin de acordar la transición pacífica hacia un régimen
civil pluripartidista. |