Pierre-Simon Laplace |
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Nació : 28 de Marzo de 1749 enBeaumont-en-Auge, Francia |
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Falleció : 5 de Marzo de 1827 en París, Francia |
A la edad de dieciocho años, Laplace se distinguía
como maestro y matemático en la escuela militar de la pequeña población de
Beaumont. Pero, para él, París era la única ciudad por la que entraría en el
gran mundo de la ciencia. Consiguió cartas de recomendación y, en 1767,
partió para París a solicitar la ayuda del distinguido matemático francés D’Alembert.
Cuando se presentó en la casa de éste, fue recibido con corteses excusas, pero
lo despidieron sin entrevistar al matemático. Pasaron las semanas y seguía sin
obtener audiencia.
Persistente en su ambición, Laplace decidió usar un método distinto. Como no
tuvieron éxito las cartas de recomendación trataría de comunicarse por medio
del lenguaje de la ciencia. Escribió una disertación sobre los principios de
la mecánica y se la envió a D’Alambert con la solicitud de que le concediera
una audiencia. Era un lenguaje que podía entender y apreciar un matemático. D’Alambert
quedó tan impresionado con el talento de Laplace, que lo mando llamar en
seguida y le dijo :
“No necesitáis más presentación que la recomendación de vuestro
trabajo”
Con la ayuda de D’Alambert, obtuvo más tarde el nombramiento de profesor de
matemáticas en la escuela Militar de París, y quedó asegurado su ingreso en
el mundo de la ciencia.
Laplace provenía de antepasados humildes. Su padre tenía una pequeña granja y
no pudo dar mucha educación a su hijo. Sin embargo, cuando Laplace reveló
tener un talento extraordinario, sobre todo para las matemáticas, algunos de
sus parientes y vecinos acomodados sostuvieron sus estudios en la Universidad de
Caen. Así apenas unos años después de su graduación en esta Universidad,
obtuvo el puesto de profesor en la Escuela Militar.
El primer trabajo científico de Laplace fue su aplicación de las matemáticas
a la mecánica celeste. A Newton y otros astrónomos les
fue imposible explicar las desviaciones de los planetas de sus órbitas,
predichas matemáticamente. Así por ejemplo, se determinó que Júpiter y
Saturno se adelantaban a veces, y otras se retrasaban con respecto a las
posiciones que debían ocupar en sus órbitas.
Laplace ideó una teoría, que confirmó con pruebas matemáticas, que las
variaciones eran normales y se corregían solas en el transcurso de largas
etapas de tiempo. Se consideró que está teoría tenía gran importancia para
entender las relaciones de los cuerpos celestes en el Universo, y ha soportado
la prueba del tiempo sin sufrir más que correcciones relativamente secundarias.
Los siguientes años fueron de fructuosas investigaciones para Laplace, quién
fue aclarando los conocimientos científicos sobre las fuerzas elementales de la
Naturaleza y el Universo. Escribió artículos acerca de la fuerza de gravedad,
el movimiento de los proyectiles y el flujo y reflujo de las mareas, la
precesión de los equinoccios, la forma y rotación de los anillos de Saturno y
otros fenómenos.
Estudió el equilibrio de una masa líquida en rotación; también ideó una
teoría de la tensión superficial que era semejante al moderno concepto de la
atracción o cohesión molecular dentro de un líquido. Trabajando con
Lavoisier, estudió el calor específico y la combustión de diversas
sustancias, y puso los cimientos para la moderna ciencia de la termodinámica.
Inventó un instrumento, conocido con el nombre de calorímetro de hielo, para
medir el calor específico de una sustancia. El calorímetro media la cantidad
de hielo fundido por el peso dado de una sustancia caliente cuya temperatura se
conocía. Entonces, podía calcularse matemáticamente su calor específico.
Al estudiar la atracción gravitacional de un esferoide sobre un objeto externo,
ideó lo que se conoce hoy como ecuación de Laplace, que se usa para calcular
el potencial de una magnitud física en un momento dado mientras está en
movimiento continuo. Esta ecuación no sólo tiene aplicación en la
gravitación, sino también en la electricidad, la hidrodinámica y otros
aspectos de la física.
Entre 1799 y 1825, Laplace reunió sus escritos en una obra de cinco volúmenes,
titulada Mecánica Celeste, en la que se proponía dar una historia de la
astronomía, sistematizando la obra de generaciones de astrónomos y
matemáticos, y ofreciendo una solución completa a los problemas mecánicos del
sistema solar.
Más tarde publicó un volumen titulado El sistema del mundo. En 1812
publicó su Teoría analítica de las probabilidades, que es un estudio sobre
las leyes de probabilidad.
Laplace vivió hasta la avanzada edad de setenta y ocho años; pasó sus
últimos días en el semiretiro de Arcuel. En vida aún, fue elegido para ser
uno de los Cuarenta Inmortales de la Academia Francesa.